Omowale: Malcolm X

 

“Las grietas que el tiempo genera sólo pueden ser leídas por quien asume que la juventud es un don finito”

(poema del autor del texto)

 
 
Fuente: history.com

Fuente: history.com

 

Por: Bronny

Durante muchos años, hablar o escribir sobre Malcolm X  ha generado controversia. Más cuando el contenido estaba alineado con la fuerza anti racista que le caracterizaba. Principalmente adivinamos tres posturas diferentes respecto a Malcolm X:

  1. Considerado un agitador peligroso por la atmósfera político-social en la que le tocó vivir y por el modo en el que se expresaba. Un pseudo revolucionario condenado al olvido.

  2. Un traidor a las bases de la Nación del Islam y un mal musulmán.

  3. Uno de los líderes más influyentes y más “de verdad” de todos los tiempos.

Para poder desglosar estos tres puntos en conjunto, es necesario que vayamos mucho más atrás y que pongamos sobre la mesa el contexto que le tocó vivir. La época en la que nació Malcolm Little también se la llama “los locos años 20”.

El renacimiento de Harlem (con contribuciones artísticas de varios puntos del país) casi sin pretenderlo, estaba asentando las bases de la música y danzas negras que décadas después evolucionarían hasta engendrar el funk y posteriormente daría forma a la cultura hip hop. Los años 20 del siglo XX no solo merecen ser reducidos a lo anterior. Los problemas sociales que el racismo  generaba alcanzaron márgenes poco imaginables a día de hoy. La negrofobia bañaba a parte de la población, a destacados intelectuales, a políticos, etc.

Malcolm nació un martes, el 19 de mayo de 1925 en Omaha Nebraska. Habían pasado siete años desde que el escritor e ideólogo racista Winfield Collins publicó : “La verdad sobre el linchamiento y el hombre de raza negra en el sur” Esta fue una de las muchas obras que justificaban los abusos a las personas negras. El autor reduce intelectualmente a las personas negras y dice literalmente “debemos de hacer del sur un sitio seguro para los blancos” . El  padre de Malcolm (Earl Little), su madre (Louis Norton) y cuatro hermanos se mudaron a Milwaukee en Wisconsin, aunque acabaron afincándose en la ciudad de Lansing (Michigan).

Fuente: Pinterest

Fuente: Pinterest

El padre de Malcolm era seguidor de Marcus Garvey (el cual rezaba que lxs negrxs se deben de independizar de los blancos) y el contenido de sus ideas contra el racismo no eran bien vistas por los negros alienados por la estela patriótica y casposa de lo que se supone que en la época debía de ser “un buen negro” al servicio de lxs blancxs. Algunos de estos pronto les avisaron para que “le pusieran en su sitio”. 

Una noche, los racistas decidieron quemar la casa familiar con sus integrantes dentro (tristemente costumbre típica por aquél entonces). Según relató años después el propio Malcolm, su padre les gritaba y disparaba mientras los cobardes huían. No mucho después de este suceso asesinaron a su padre, después de atacarle entre varios le dejaron aún con vida en las vías de un tren. 

Se sabe que quien protagonizó este horrible ataque fue la “legión negra”, un grupo extremadamente violento que nació del Ku klux klan tristemente conocido por ir mucho más lejos en los ataques hacia los negros. Uno de sus juramentos era precisamente el de exterminar por la fuerza a todo opositor a la pureza norteamericana. 

Tras este hecho uno de los seguros de vida del padre de Malcolm no se abonó, la aseguradora afirmaba que se había suicidado. Malcolm, sus siete hermanxs ya por aquel entonces y su madre tenían que buscárselas. Al cabo de pocos años la situación psicológica de la madre de Malcolm evidenciaba un deterioro importante -sobre todo cuando un hombre por el que se había vuelto a ilusionar la dejó de visitar-. Empezó a creer en realidades paralelas y a tener conversaciones sola. Las autoridades le quitaron a todxs sus hijxs y la pobre mujer se hundió. Acabó sola en un hospital psiquiátrico. Después de  casi 30 años, lograron sacarla del centro mental.

Tras pasar unos años en una familia de acogida, Malcolm se logró asentar en Boston con su hermana mayor por parte de padre (Ella). Tenía 15 años, estaba perdido y se inclinaba más por el delito que por su propio progreso. Aun así, el joven Malcolm logró encontrar trabajos que le ayudaban a sustentarse. El más significativo quizá fue el de limpiabotas en la famosa sala de baile “Roseland”, donde iban a tocar los mejores músicos de swing del momento.

Como muchxs jóvenes negrxs, se alisaba el pelo con una mezcla de vaselina, patatas, huevos y lejía. Tener el pelo liso como los blancos era sinónimo de belleza. Fue una de las muchas negaciones a su negritud que experimentó antes de cambiar…Por aquel entonces le llamaban Red por el color de su pelo (su abuelo materno era blanco y pelirojo, su madre nació fruto de una violación). 

Fue inevitable que no se contagiase del enorme clima de baile del sitio. El lindy-hop -cuyo máximo precursor por aquel entonces era Frankie Manning- pronto se convirtió en “una razón de ser” para Malcolm. Dejó el trabajo de limpiabotas para centrarse solo en la danza y llegó a ser tan bueno que se hizo medianamente conocido por ejecutar pasos de baile a un nivel muy alto. Incluso el mítico Duke Ellington y su banda, una noche en la que había competición de lindy hop, le saludó a él y a su pareja desde el escenario.

No pasaron muchos años hasta que empezó a meterse en líos serios. Después de trasladarse a Harlem ganó dinero fácil vendiendo droga siendo un conocido camello en las calles. Al regresar a Boston sólo tenía una cosa en la cabeza: consumir cocaína. Malcolm llegó a consumir marihuana y cocaína a la vez. Empezó a robar en casas con un amigo y dos chicas blancas. Las drogas le ayudaban a olvidar la posibilidad de que le pillasen. Tras varios golpes exitosos, en 1946 les detienen. La policía trató de convencer a las chicas de que Malcolm y el otro joven negro las habían violado, para así poder pasar más tiempo en la cárcel. Ellas no mintieron y aun así le condenaron a casi 10 años de cárcel.

CATARSIS

Los seis años que Malcolm pasó en la cárcel supusieron un cambio radical en su vida y en su espíritu. Leyó todos los libros que se encontraban en la cárcel, dos veces. Estudió por su cuenta multitud de materias y se especializó en Historia.

A través de otro preso conoció  “La nación del Islam” liderada por Elijah Muhammad, una organización de musulmanes negros (creencia paralela al Islam tradicional) que promovían la liberación de las personas negras del yugo racista, mediante la cultura y el Islam. Al salir de la cárcel en 1952 el cambio era más que obvio: Malcolm Little era otra persona. Y puesto que se había formado y adquirido cultura suficiente, la pregunta sobre qué significa ser negro en un contexto que continuamente te niega, solo podía tener una respuesta: Malcolm X. 

Muchos hermanos dentro de la “Nación del Islam” eliminaban su apellido porque literalmente eran y son la herencia esclavista. A los pocos años, ya con familia propia y afincado en Nueva York, se convirtió en una de las figuras más destacadas de la lucha por los derechos de los negros. Fue uno de los responsables de la apertura de cientos de templos de “la Nación del Islam” y de que la organización creciese en adeptos.

En aquella época (finales de los 50 principios de los 60) Martin Luther King salía y entraba una y otra vez de la cárcel y era considerado un terrorista -pese a que hoy su imagen se ha blanqueado para encajar en los preceptos buenistas- . De las muchas figuras que luchaban por lxs negrxs, Malcolm y Luther King eran los que más ruido hacían.

Luther King abogaba por la “no violencia”. Esto para muchos afroamericanos no era del todo sostenible en una época en la que aún existía un marco legal en el que se podía discriminar a las personas negras. Malcolm decía que los negros debían tener el derecho a poder defenderse y que no necesitaban que los blancos les dijesen que eran seres humanos para empezar a creer en este hecho.

Todas las personas con características subversivas que se revelaban contra la situación racista del país eran vigiladas por la elite gubernamental. “El Comité de Actividades Antiamericanas” creado en el año 1938 se centraba principalmente en perseguir cualquier actividad que tuviese relación con el socialismo. (Empresas privadas como “Aware” también contribuían a que el clima ideológico no se saliese de lo que la línea política imperante dictaba).Pero también investigaban a lxs negrxs que luchaban por sus derechos por si tenían “tintes comunistas”. Malcolm X, también considerado un peligroso terrorista, fue vigilado y acosado durante años por el FBI. En aquel momento el FBI estaba dirigido por Edgar Hoover, un tipo que contribuyó a alimentar la maquinaria racista del país. Muy contrario a la lucha por los derechos civiles y el enemigo público número uno de Luther King y Malcolm X. (este señor fue el responsable de muchas de las trampas puestas a los Black Panther).

Durante cientos de años se había enseñado a las personas negras a odiarse a sí mismas. La raza negra estaba llena de complejos y de rechazo con una total falta de amor propio, casi a la espera de la aprobación continua de los blancos. Muchos negrxs se habían acostumbrado a ser perseguidos,  Malcolm X incidía directamente en la raíz del problema y atacaba a la estructura de poder blanca detallando históricamente  el origen del racismo de una nación que negaba la ciudadanía a lxs negrxs. 

A mediados de los años 60 había más pobreza entre lxs negros que 30 años atrás. El “jim crow” aún era legal.  El presidente J.F. Kennedy tras viajar al sur del país y ver el nivel de terror que perseguía a lxs negrxs, se fijó como objetivo llevar un proyecto de ley al senado para que la situación cambiase. Lo paralizó el propio senado considerándolo poco realista. El 22 de noviembre de 1963 asesinaron a Kennedy. Malcolm, que tenía orden de no hacer declaraciones decía “los pollos vuelven al corral”. Básicamente se refería a que la violencia racista y enfermiza del país se estaba volviendo en su contra. Con mucho debate, la Ley de Derechos Civiles se logró aprobar en 1964. Fue muy criticado por estas declaraciones y acusado de incitar a la violencia contra las personas blancas. Empezó a distanciarse de la “Nación del Islam” a raíz de estas palabras. 

Por otro lado, Malcolm X se enteró de que su adorado líder, Elijah Muhammad, tenía hijos con sus secretarías, las cuales fueron expulsadas y silenciadas de la comunidad acusándolas de adulteras. Saltándose las reglas, decidió visitarlas y conocer la verdad por sí mismo. No podía seguir a un tipo que ensuciaba el Islam de ese modo y que bajo su opinión, era el mayor de los hipócritas. 

El FBI, aprovechando esta ruptura con la “Nación del islam”, caldeó aún más la situación ayudándose de la policía. Tenían informantes negros en el círculo de Malcolm y estaban decididos a terminar con él. El mensaje de unidad que Malcolm promovía no se debía tolerar. Aparte de esto, sus antiguos compañeros se la tenían jurada por abandonar “la Nación del Islam”.

En 1964, desarrolla las bases de lo que sería su propia organización en la que no era necesario obedecer a una u otra fe. La Organización por la Unidad Afroamericana nacía con mucha fuerza y afrocentrismo. En ese mismo año viajó a La Meca para emprender el camino del “hajj” (peregrinación que realizan los fieles musulmanes a La Meca en Arabia Saudita). Después de este viaje Malcolm se cambió el nombre, desde ese momento sería conocido como El Hajj Malik el Shabazz.Tuvo la oportunidad de visitar también Ghana, Liberia, Senegal, Marruecos,  Argelia y Nigeria, donde su estela era de sobra conocida. Fue allí donde le pusieron el sobrenombre de “OMOWALE” que en yoruba quiere decir “el que ha vuelto a casa”. Fue el primer líder negro en visitar Áfrika desde W. Du Bois lo cual muestra que su pensamiento de lucha no se gestaba únicamente desde una óptica meramente estadounidense. Malcolm X pretendía establecer un nexo espiritual y cultural con los hermanxs de Áfrika.

 
“Creo que la peor equivocación de las organizaciones negras de EEUU y de sus líderes es que no han conseguido establecer unas líneas de comunicación directa de hermandad entre las naciones independientes de África y el pueblo negro de EEUU. Día tras día, los jefes de estado africanos negros deberían recibir comunicaciones directas de los últimos avances en la lucha de los negros de EEUU, en lugar de los comunicados que envía a los africanos el departamento de estado estadounidense, en los cuales dan a entender que el conflicto del negro en Estados unidos está siendo resuelto” 
— Malcolm X
 

De regreso a EEUU, el clima racial del país tenía tintes guerra civilistas. Las revueltas en las calles por los asesinatos indiscriminados, los atentados del Ku Klux Klan por la negación del racismo por gran parte de la población y la Guerra de Vietnam estaban llevando a la nación a tambalearse. Las amenazas de muerte a su persona eran cada vez más frecuentes, pero su postura antirracista lejos de pretender agradar a sus opositores atraía a mucha gente. Malcolm era capaz de sacarle los colores a las personas blancas que se decían “no racistas”, pero que perpetuaban el racismo por considerar que luchar contra la discriminación era sinónimo de victimismo.

A menudo le decían que buscaba fama o dinero. La realidad es que lo que le hacía seguir adelante era la convicción de que la lucha es el único camino ante una situación ilegítima a nivel moral.  Sentía que el pueblo negro no le debía nada a las personas  blancas que perpetuaban la situación de miseria. En esos momentos Malcolm no tenía casi ni para alimentar a su familia… solo se sustentaba de fe en el cambio.

Tal y como le dijo a Alex Haley a principios de 1965 -que por aquel entonces estaba escribiendo su biografía- sabía que tarde o temprano acabarían matándole. Malcolm era consciente de la enorme fuerza de su discurso y lejos de intentar suavizar sus palabras, atacó a la estructura política del país y la acusó de violar moral, intelectual, física y espiritualmente a las personas durante siglos.

Y no se equivocaba, pues aún en ese momento las restricciones al voto a las personas negras eran legales y millones de ellas se quedaban sin emitir su postura en las urnas.

El 15 de febrero iba a presentar oficialmente su organización, pero debido a que la noche anterior quemaron su casa con su familia dentro, se tuvo que posponer al día 21. Malcolm tenía la sensación de que aquellos que pretendían acabar con él, sabían demasiado de sus pasos, y no se equivocaba. 

Era domingo 21 de febrero de 1965. Malcolm X, más tenso que de costumbre, se disponía a dar una charla y presentar su organización, que tenía muchos seguidores. El "Audubon Ballroom" en la Avenida Brodway fue el lugar elegido. Malcolm empezaba a hablar cuando una discusión entre dos hombres negros del público captó la atención. Segundos después su pecho estaba lleno de plomo. Le dispararon con una mauser, una pistola calibre 45, pero lo que acabó con la vida de Malcolm fue una escopeta recortada.

Fotografía del auditorio "Audubon Ballroom".

Fotografía del auditorio "Audubon Ballroom".

A día de hoy se sabe que Gene Roberts, hombre de confianza de Malcolm, era un informante de la policía y que colaboraba con el FBI. El propio Gene le hizo el boca a boca, pero fue tan responsable de su muerte como Talmadge Hayer autor confeso del asesinato. (La policía que parecía saber que iba a ocurrir algo no tuvo más remedio que procesarle, pues no logró escapar de la escena del crimen). Se le condenó junto a Thomas Johnson y Norman Butler, dos musulmanes negros que no tenían nada que ver con el asesinato. Años después se supo por una confesión de Hayer que quien le disparó con la recortada fue un tal Will Bradley (de hecho eran cinco los implicados). Según el investigador Rahman Muhammad, este presunto asesino (también musulmán negro) jamás fue investigado y murió tranquilamente de anciano en su cama. En esto se hace evidente cómo la estructura de poder del país pudo maquinar toda una operación para quitar del medio a una de las figuras antirracistas más fuertes de todos los tiempos. Años después harían lo propio con Luther King… Como dato: solo el FBI tenía 9 informantes el día del asesinato de Malcolm…

LEGADO

No es raro pensar que grupos como las Panteras Negras  (creado en 1966) naciesen a raíz del asesinato de Malcolm X. No es raro que para la historia racista imperante pase como un terrorista digno del olvido. Un pensamiento de unidad tan relevante como el de este hermano, lejos de morir con él sigue vivo cada vez que una persona negra opta por documentarse, por leer y por no dejarse doblegar por el racismo. Y es que, es un acto revolucionario abrir un libro y aprender.  

“La educación es un pasaporte para el futuro”.  (Malcolm X)

La revolución no puede estar sujeta desde el desequilibrio. Malcolm creía que no existía el techo. Su legado vivirá incluso después de que deje de ser el malo de la película. Su legado somos nosotrxs. Malcolm X no era el odio que la historia nos ha pretendido inocular. Pensarle en términos de amor es quizás el mejor regalo que le podemos hacer. Somos más que nuestras diferencias, somos más que opiniones, porque nuestra realidad emerge como un muro que va más allá del rechazo. Nuestra realidad nos obliga a desarrollar pensamiento crítico.

 

“Algún día las cartas que el pasado guarda volverán a ser leídas por quien sabe que el futuro no solo se compone de improvisación. Algún día las letras que componen al odio se derrumbarán”  

(Poema del autor del texto)