La colonización del cacao

 
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El cacao es un producto conocido por todos ya que aparece en los anuncios publicitarios de los medios casi tanto como productos españoles como el jamón o el embutido en general. Como si los árboles de cacao crecieran en las plazas de las ciudades europeas. Grandes marcas que todos conocemos, algunas de ellas con anuncios racistas que pretenden dejar a la comunidad negra por salvaje, se apropian de esta materia prima, obviando su origen para una vez más volver a convertirse en el eje central de toda nuestra biodiversidad.

Hay que explicarle a los milenials que el cacao que degustan en batidos, helados, yogures, tartas, bebidas energéticas, postres y chocolates tiene su origen en Sudamérica y el Caribe. Tenemos que agradecerle nada más y nada menos que a los ancestros mayas, aztecas e incas. Hoy no hace falta que os deje ninguna receta porque creo que todo el mundo ya ha cocinado alguna con este producto, aunque se trate de acompañarlo con un simple vaso de leche. Vamos a aprovechar para descolonizar el cacao y reivindicar su origen y sus usos. Los tratados de historia remontan el uso del cacao a más de 2.500 años atrás. Los mayas, aztecas e incas lo utilizaban en la medicina tradicional y también como moneda de cambio; así de importante era y es el cacao.

Los mayas lo atesoraban como si de oro se tratase porque era la moneda para sus intercambios comerciales. A nivel gastronómico lo usaban en comidas y bebidas. Los granos se tostaban para luego utilizarlos molidos en diferentes brebajes. Se bebían solos tal y como hoy en día se toma el café; o se mezclaba con frutas para poder aligerar su amargor. Algunas variedades se bebían con chile picante. Eran también las arras para sellar las bodas y sus granos se echaban en ritos bautismales para los niños. Sus dibujos aparecen en las jarras de las tumbas de los más respetados de la comunidad. Como podéis ver, el cacao estaba incluido en todos los estamentos y en el día a día de la gente. Los mayas veneraban al Dios sagrado del cacao llamado Ek Chuah al cual realizaban ofrendas y adoraciones. Si preparas la receta original que tiene más de 600 años y lo acompañas de los cantos adecuados sirve para “realizar un viaje a nuestro interior y abrir nuestro corazón”.

No fue hasta el siglo XV que el cacao descubrió Europa, al igual que llegaron los tomates o las patatas. Hernán Cortés describía este manjar a Carlos V diciendo que “una sola taza de esa bebida indígena bastaba para sostener las fuerzas de un soldado durante todo un día de marchar”. Pero hasta el siglo XIX no se popularizó tal y como pasa en nuestros días ya que les resultaba amargo. Fue a partir de esta etapa cuando empezaron a endulzar el cacao para convertirse en el chocolate como lo consumimos hoy en día. Resulta muy importante no olvidar que con mucha antelación, los aztecas, aimaras, incas, mayas y otras civilizaciones precolombinas ya tomaban chocolate antes de la invasión hispánica. ¡Europa no vino a descubrir nada nuevo!

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La planta de cacao crece en zonas tropicales de mucha humedad. Hay una variedad de al menos veintidós especies diferentes de semilla. Foto del árbol de cacao. Fuente: Unidiversidad

Según datos del Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC), desde que los pueblos de Abya Ayala cedieron forzadamente el uso y disfrute de esta semilla a la civilización europea, se han desarrollado más de cien usos medicinales del cacao. Los tratamientos sirven para aliviar el cansancio, fiebre, problemas cardiacos, renales, intestinales o la anemia.

Desglose alimenticio del cacao fuente palmersco.uk

Desglose alimenticio del cacao fuente palmersco.uk

Al cacao se le atribuyen entre sus principios las siguientes ventajas:

  • Reduce el colesterol malo (LDL)

  • Reduce la tensión arterial

  • Ayuda a controlar el sobrepeso

  • Reduce el riesgo de diabetes

  • Reduce las pérdidas leves de memoria

  • Estimula las defensas

  • Protege la piel frente a los rayos ultravioletas

Y como siempre los productos de la tierra tienen múltiples beneficios a nivel estético.

Exfoliante para la cara. Foto tomada por Leandro Crespi para Healthline

Exfoliante para la cara. Foto tomada por Leandro Crespi para Healthline

La manteca de cacao es buenísima para prevenir la sequedad de labios, cabello y piel. Ayuda a cicatrizar las heridas gracias a su vitamina E y combate las llagas y ampollas de la boca. Es un antioxidante y crea de manera natural una barrera que ayuda a combatir a los radicales libres. Conocemos infinidad de tratamientos de chocolaterapia para dar masajes y tratamientos estéticos y nuevamente vemos que su principio activo es el cacao, que normalmente tiene su origen en México. Yo personalmente tengo recuerdos de mi familia que de toda la vida se ha echado en la piel cocoa butter como parte de los cuidados diarios de la piel. Porque sí, la semilla del cacao también viajó hasta África. El árbol se cultiva y crece de manera tan propicia que parece autóctona de allí. Mi familia todavía comenta a veces como en la época colonizadora cortaban y secaban el cacao en los secaderos y el dinero suculento que les daban por cada saco, sin saber que aquel precio eran migajas en comparación con lo que sacaban ellos al traerlo a España.

Las grandes potencias de hoy se han hecho ricas a base de nuestro sudor y de nuestras materias primas ; y la resistencia a la neocolonización está en el conocimiento, el pensamiento y el consumo responsable y sostenible. Es bueno que contemos la historia como realmente ocurrió y cada vez que nos metamos un pedazo de chocolate a la boca lo hagamos teniendo en cuenta que ellos solo tienen la cesión de uso y disfrute del producto, pero que el copyright es 100% nuestro.

Abi Sila