En esta lámina perteneciente a la serie “Constelaciones 0” traté de visibilizar una serie de espacios por los que transito a diario y como el resultado de una historia de carácter belicista hacen que no se obvie en la enseñanza todas las acciones/resultados de la gran mayoría de los acontecimientos que se plasman no solo en los libros de texto. Sólo enseñan fechas y nombres sin profundizar lo suficiente. Estos “personajes” históricos son muchas veces ensalzados como héroes o personajes de vital importancia por la gran mayoría. Los son, en efecto, pero no por lo que se dice de ellos en los libros, sino por lo que se intenta velar: “un rastro doloroso, que debe ser enseñado, si se sabe y se quiere observar”, además de ser bastante fácil a día de hoy, darse cuenta de los muchos hechos y evidencias que se quieren ocultar utilizando diversas estrategias. Nunca debe dejarse de la lado el sentido crítico en todo aprendizaje.  

Las heridas y consecuencias que unos premian con distinciones, méritos y medallas, que otros denominan vida honorable, han sido para la mayoría la materialización de la no existencia, un violento “no” a su futuro legado, el depositar todas sus memorias en las baldas del olvido. Pero menos mal que siempre y cuando no se permita que gane la “ignorancia”, nacida del olvido interesado, todavía seguirá habiendo oportunidades para revertirla en esta actual cultura microondas del altavoz.

Las cicatrices están, son siempre el mejor ejercicio de memoria posible, cuando las miremos podremos acordarnos de aquello que nos causó semejante dolor, tan intenso y corto a la vez.

POR Jose O. Ngalo