Conciencia Afro 2021: con ganas de desvirtualizar
Foto: Catalina del Mar Rodríguez
Texto por Vanessa Cadena García
Fueron largos meses, con sus días de encierro correspondientes, sin abrazos, sin encuentros físicamente, pero en absoluto de parón. No ha faltado el compromiso por seguir creciendo en comunidad, por crear espacios y proyectos que nos enriquezcan ni por supuesto han faltado las ganas de bailar, reír y hablar por fuera de una pantalla.
Esta 5ª edición de Conciencia Afro vino cargada de sorpresas, de energías y de ganas, de muchas ganas. Aunque la situación no lo pusiera fácil, la comunidad estuvo a la altura, aunque no parabamos de pensar desde el patio central de Matadero en todxs aquellxs que faltaron y que hubiesen querido estar…
Creo que la palabra que más se escuchó ese fin de semana fue “desvirtualizar”. Y es que algunxs estamos un poco cansadxs de likes, comentarios, mensajes directos y followers; y nos sentimos necesitadxs de miradas, saludos, risas, bailes, cervezas, comida, y sobre todo de pequeñas charlas con hermanxs de carne y hueso. Se puede decir que, esta palabra (desvirtualizar) resume no solo el sentir general sino que también define el rumbo que está tomando la comunidad. Aunque la pedagogía, la formación, el vínculo con el exterior y la tendencia natural actual sea la de interactuar a través de la red; nuestros proyectos piden a gritos materializarse y tener un espacio real y físico donde acontecer.
En ese sentido alegra ver cómo tras largo tiempo yendo y viniendo en diferentes sedes, el Sindicato de Manteros de Madrid ha podido abrir su propia sede -que además es tienda (Pantera)- en pleno corazón de Lavapiés. Casi de la mano está también el espacio autogestionado de La Quimera, donde el Colectivo Courage vende igualmente ropa y merchandising y anima la plaza Nelson Mandela para costear necesidades que tiene el colectivo y que está recibiendo un apoyo inmenso. Alegra ver cómo a pesar de que la gentrificación ha hecho desplazarse a muchxs hermanxs, siguen abriendo nuevos negocios de la comunidad como los nuevos restaurantes senegaleses, el segundo negocio de Papi (propietario de la tienda Folklores), las barberías o los interesantes eventos que está organizando el espacio de La Parcería, donde precisamente comenzó este último Conciencia Afro. Todo esto no hace sino demostrar que el área de Embajadores y Lavapiés es una de las vértebras antirracistas de Madrid; y es que lo Afro está en el centro, aunque en otras muchas áreas madrileñas también.
Foto: Catalina del Mar Rodríguez
Que todos estos proyectos se ubiquen en pleno centro de Madrid sin duda puede ser una muy buena estratégia. La mayor accesibilidad desde cualquier punto de la ciudad, el gran interés que genera la zona, etc. Pero todo esto conlleva, por supuesto, mayor gasto económico. Como bien sabemos, el centro de Madrid no es precisamente asequible en cuanto a alquileres y disponibilidad de espacios.
Y aquí es donde está el punto clave. Todos estos proyectos han tomado el riesgo de apostar por estar en el centro y por eso, la comunidad ha de respaldar esa decisión. Conciencia Afro ha tomado también la valiente decisión de montar un centro cultural en pleno centro de Madrid, y no podemos dejarles solos. Debemos tener claro que, si queremos sentar de verdad una base económica y social sólida antirracista que promueva e impulse nuestras iniciativas de negocio, tenemos que consumir, asistir y comprar a la comunidad. Todxs deberíamos tomar ese mismo compromiso de esfuerzo. Deberíamos dejar de acostumbrarnos a ver cómo nuestros proyectos tienen que desarrollarse a costa de trabajo gratis, dejemos de asistir solo a eventos en los que no tiene que hacerse ninguna contribución o a querer todo regalado. Solo de esta manera crearemos un verdadero germen social y económico que permita impulsar y crear oportunidades para nosotrxs mismxs.
Desvirtualicemos y hagamos realidad eso que llevamos tanto tiempo pidiendo y reclamando. Poco a poco, grano a grano seguro que podemos lograrlo, pero solo será posible en comunidad. No nos quedemos en las menciones a través de las redes. Pongamos en práctica el discurso que ya tenemos interiorizado. Construyamos nuestra autonomía, para tener que dejar de reclamar o pedir espacios. Construyamos a nuestra medida y bajo nuestros ideales. Dejemos a los jóvenes combativxs que están creciendo espacios donde poder sentirse y dejarse ser. Que el futuro sea Afro debe ser nuestra razón de ser.