Tulsa: cómo se intentó borrar la masacre del Wall Street Negro
“Qué importante es hacerse preguntas como eje transformador en un contexto de continua convulsión en el que todo lo que se mediatiza, constituye un interés momentáneo o parcial que en muchas ocasiones, lejos de ayudar a una causa, la despersonaliza y echa más tierra de ignorancia sobre problemas históricos”
Nota: No es fácil entender la magnitud del evento sobre el que he escrito sin antes ver cómo operaba el racismo sistémico e institucional particularmente en EE.UU. Y puesto que son pocos los años que separan el acontecimiento que preside este documento a otros eventos de suma importancia que pueden ayudar a comprender el encuadre político-social de la época, se me ha hecho necesario reflejar el contexto que rodea a "la masacre de Tulsa
Los primeros años de la década de los 20 del siglo pasado son considerados "los años de la reconstrucción", los años de la explosión afro artística en forma de música, danza, poesía... "Los locos años 20" nos ofrecen muchos campos de estudio y el artículo que hoy nos ocupa uno de ellos.
Había pasado poco tiempo desde que miles de soldados regresaran a casa tras su implicación en la Primera Guerra Mundial. Los militares negros fueron entrenados con armas de madera por miedo a que se revelasen, esto es especialmente curioso de apreciar pues de aquí se desprende un obvio conocimiento por parte de las instituciones de lo mal que siempre habían tratado a lxs negrxs y del miedo que las mismas tenían a que los ciudadanos negros expresasen su hartazgo.
Soldados en la sede general de la 88ª división (1918)
Pese a que aún faltaban varias décadas para que el ejército se des-segregase, podemos encontrar un común denominador en las guerras: los militares negros eran los primeros en ser enviados al frente y en muchas ocasiones, los primeros en perder la vida. Los soldados afro estadounidenses eran conscientes del clima de prejuicios raciales que asolaba al país. Habían ido a luchar por los EE.UU , pero al retornar del campo de batalla sabían que la guerra contra el "jim crow" continuaba abierta. Habían ido a luchar por un país que no les reconocía como ciudadanos y que en muchas ocasiones les negaba el voto.
Los blancos racistas no podían soportar que miles de jóvenes soldados negros uniformados tuviesen ese aire de "quiero cambiar las cosas por aquí". Un ejemplo de la respuesta a una actitud de cambio por parte de las víctimas históricas es lo que sucedió "El verano rojo de 1919". Cientos de personas negras (muchos de ellos soldados) fueron colgados, linchados o quemados al regresar a EE.UU. Los ataques racistas se expandieron por gran parte del espectro geográfico del país.
También en el verano de 1919 encontramos un suceso que enmarca el clima de desprecio racial que atravesaba el país. En Elaine, Arkansas, estado vecino de Oklahoma donde el ku klux klan también era muy activo, un centenar de agricultores negros pedían mejorar las condiciones salariales y laborales en general. (Recordemos que las condiciones no se diferenciaban mucho de cuando sus padres y abuelos recogían los mismos campos de algodón a ritmo de látigo...) La respuesta fue negativa, y tras resultar herido y muerto un sheriff y un policía que habían ido a desalojar con pistola en mano y golpeando a los agricultores en la iglesia afro donde los trabajadores negros se concentraron, los medios, avezados en incendiar la situación, llamaron a la movilización de "valientes patriotas a poner en su sitio a los negros". El resultado fue el asesinato de más de 200 personas negras. Nadie pagó por ello y por supuesto se procuró ocultar el triste desenlace.
La estructura política del país poco hacía para evitar que la historia se escribiese con sangre. Un evento que ilustra la realidad racista de la época fue la proyección en la casa blanca de la película "El nacimiento de una nación" de D.Griffith en 1915. Un film en el que las personas blancas pintadas de negro trataban de explicar la naturaleza de las personas negras y argumentar con falacias cuan vergonzoso es ser negro. Una película en la que se mantenía que las personas negras son inferiores y que son necesarias las acciones violentas a través del ku klux klan para doblegarles. Esta película también ayudó a potenciar el "mito del violador negro", creencia bajo la cual no sólo ahorcaban a hombres o niños negros por considerarles violadores per se, si no que hizo que aumentase la violencia sexual y la pederastia hacia las mujeres y niñxs negras por "justicia" según los justicieros racistas.
Después de ver la película, el 28º presidente de EE.UU , el demócrata Woodrow Wilson, afirmaba que el largometraje contaba la realidad sobre los negros y veía con buenos ojos al kkk. Aunque tiempo después se retractó del apoyo que brindaba al Kkk, no impidió que el infame grupo no creciera en adeptos. No era de extrañar que varias ciudades se viesen salpicadas por olas racistas hacia las comunidades negras tras el estreno de la película.
En 1921, el país estaba liderado por el republicano Warren Harding, 29º presidente de EE.UU. Entre otros aspectos a destacar, su administración se caracterizó por la enorme enemistad que le provocaba la inmigración en general y más particularmente la judía. Seguro que Frederick y Elisabeth, un humilde matrimonio alemán que emigró a EE.UU, también habría sido motivo de crítica por el xenófobo y racista gobierno de Harding.
Frederick era principalmente barbero aunque tenía más negocios. Falleció tras contraer la gripe de 1918. (La mal llamada gripe española que se llevó más vidas que la primera guerra mundial, 50 millones de personas) Elisabeth, su esposa, al cobrar el dinero de la póliza de seguros, invirtió en el ladrillo. El hijo de éstos también llamado Fred, se dejó influenciar por el racismo del país y en las casas que construyó, no permitía vivir a inmigrantes de determinados sitios y sobre todo a personas negras.
Tiempo después, el hijo de este señor se convertiría en el 45º presidente de EE.UU. Hablamos de Donald Trumpf… Sí, con "F" al final. Su padre Fred se encargó de eliminar la F definitivamente (aunque la familia llevaba décadas firmando sin la "F") para no sonar alemán y atraer a judíos adinerados.
Donald Trumpf y su padre.
Si había algo que destacaba a principios de los años 20 en Tulsa era Greenwood, también conocido como "el wall street negro". Era el lugar con más personas negras adineradas de EE.UU y posiblemente del continente. Personas negras con dinero en un contexto de JIM CROW TOTAL...demasiado bueno para ser tolerable...
Los blancos racistas no soportaban que los negros en la ciudad tuvieran dinero y que no dependiesen de sus comercios, situación que producía especial escozor a los pobres, que fueron los que más se dejaron envenenar por el odio colectivo. Y es que aquel wall street negro tenía cines, comercios, bancos, escuelas, médicos etc.
A principios de siglo empezaron a llegar personas negras de varios puntos del sur y fue la propia comunidad la que invirtió en el progreso del lugar. para cuando Oklahoma se estrenó como estado en EE.UU en 1907, el crecimiento de Greenwood era imparable.
El 30 de mayo de 1921 en Tulsa, ciudad del estado de Oklahoma el día avanzaba como de costumbre. Las leyes jim crow mantenían a las razas separadas, aún no habían pasado ni 100 años desde que los blancos expulsaran a los Nativo Americanos de Alabama y se establecieran en "Tallasi", lo que a día de hoy conocemos como Tulsa. Aquel día un joven negro de 19 años llamado Dick Rowland que trabajaba como limpiabotas se encontraba en el edificio Drexel. El chico tenía que ir al servicio para personas negras y se decidió a coger el ascensor en el que se encontraba Sarah Page de 17 años, que trabajaba como ascensorista. Bien es cierto que lo que sucede a continuación llama a la confusión, pues se ha necesitado mucho tiempo para poder reconstruir con fiabilidad lo que ocurrió dado que intentaron borrarlo como de costumbre... Se sabe que la joven gritó una vez Rowland estaba dentro del reducido espacio que comprendía el ascensor. Seguido a esto, el joven sale corriendo del sitio mientras un hombre blanco lo vió. Según este testigo, Rowland había agredido a Sarah.
Lo más probable es que siendo conocedores ambos jóvenes de la falsa realidad creada acerca del "mito del violador negro", acabaron actuando en base a lo que consideraron que era protegerse. Muchos historiadores concluyen en que Sarah gritó por el miedo que le provocaban los negros en una época en la que el bombardeo en torno a este y otros estereotipos era diario y Rowland huyó sabiendo que colgaban o decapitaban a los negros a menudo.
Consiguieron capturar al joven afroestadounidense y lo llevaron al palacio de justicia. Para estos momentos, día 31, muchos blancos se congregaron fuera del edificio exigiendo que les "entregasen al negro para lincharle". Lamentablemente ésta era una práctica enormemente habitual en EE.UU.
El periódico local "Tulsa Tribune" poco ayudó, pues había publicado por la mañana en portada "atrapan al negro por agredir a una niña en un ascensor". Y por la tarde "a linchar al negro esta noche".
La comunidad negra, sabiendo cómo acababan estas reuniones populares cuando las turbas se hacían con la víctima, fueron también a las afueras del palacio de justicia para protegerlo. Tras varias amenazas un hombre negro le quitó el arma a un blanco que amenazaba con disparar. El grupo blanco abrió fuego y el grupo negro respondió. El cruce de disparos dejó heridos y muertos.
Los ciudadanos negros se replegaron en Greenwood, no pasó mucho tiempo hasta que llegaron cientos de blancos armados al "Wall Street Negro". Dispararon indiscriminadamente contra todas las personas negras que vieron. Como si de una invasión se tratase, entraron en las casas matando a padres, madres y menores, quemando vivas a las personas negras que salían de sus casas o trataban de huir lanzándoles botellas incendiarias. No hubo ni un solo lugar que no quedase ocupado por la violencia racista. Las barberías, las escuelas, los bancos, los comercios, todo fue pasado por las balas, el fuego, los cuchillos e incluso las bombas.
Hoy se sabe que incluso llegaron avionetas y lanzaron bombas incendiarias contra todo atisbo de vida negra. También se sabe que llegó a oídos del gobernador del estado, James Robertson, el cual tardó en enviar a la guardia nacional y dejó pasar casi un día. Las fuerzas locales no hicieron nada porque algunos estaban en el Ku Klux Klan, muy activo en Oklahoma en la época.
Las turbas asesinas y agresoras se apropiaron de las riquezas, dinero y bienes antes de dejar todo hecho ceniza. “Tulsa Tribune”, el periódico que alentó a la masa retiró el artículo en el que describía cuán peligroso era Rowland. Era común que los periódicos eliminaran los titulares o los artículos que ayudaban a incendiar a la masa.
Es triste que las fotos de lo sucedido, en realidad eran postales. Durante casi un siglo las imágenes de ahorcamientos, decapitaciones, cuerpos quemados y eventos masivos como éste se utilizaran como postales.
Tras este horrible suceso colectivo, no hubo culpables oficiales, no se investigó ni se compensó a los supervivientes. De hecho se manejó como si de disturbios de personas negras se tratasen, sin más. Las cifras oficiales durante mucho tiempo fueron de no más de 25-30 personas negras. Descendientes de lo sucedido y algunos estudiosos aseguran que es físicamente imposible una cifra tan baja. Se asume que mataron a 300 personas a dia de hoy, pero no es descartable que la cifra sea mucho más elevada. Estamos hablando de que 35 cuadras quedaron arrasadas, 1200 casas fueron destruidas y 10.000 personas se quedaron sin hogar. 300 personas fallecidas quizás es una cifra que no le hace justicia a lo que el odio racista provocó en Tulsa entre el 31 de mayo y el 1 de junio de 1921.
Miles de personas quedaron en situación de calle o viviendo en tiendas de campaña durante mucho tiempo y en extrema pobreza.
Es importante entender que este ataque cortó de raíz el progreso económico (y no fue el único en el país) de la comunidad negra en el estado. Las riquezas y los bienes no se pudieron transmitir de generación en generación porque fueron absorbidos por los asesinos, mientras los supervivientes quedaron condenados y burlados en su pobreza durante décadas, soportando humillaciones de todo tipo sin más mano amiga que la de la propia comunidad.
El gobernador James Robertson omitió lo sucedido y el Gobierno miró de nuevo a otro lado. Y todo mientras estados como Virginia trabajaban en proyectos como la "Ley de integridad racial", aquella que prohibía el matrimonio y las relaciones sexuales entre blancos y negros, pero que solo castigaba a las personas negras incluidas las mujeres victimas de abuso.
Hoy se cree que los daños materiales ascenderían a más de 30 mil millones de dólares, una cifra que refleja el volumen de lo que allí ocurrió.
Conviene destacar que Sarah nunca alegó que Rowland le agrediera. El joven tuvo la suerte de quedar en libertad el día 2 de junio.
Muchos años después, en 1997, la ciudad formó una comisión para investigar lo sucedido y procurar reconstruirlo. Se encontraron a supervivientes, los cuales aceptaron ser grabados en sonido y video. Afirmaron que siendo niños vieron a camionetas llenas de cadáveres de personas negras y a vehículos a toda velocidad arrastrando a gente inocente. El cementerio de la ciudad apenas alberga tumbas que reflejen lo que sucedió, pues se cree que muchos cadáveres fueron arrojados al río Arkansas y en fosas comunes. La conclusión en común fue que intentaron borrar lo sucedido, suavizarlo o contarlo como un evento sin importancia. Esto era algo muy frecuente en la historia del país, ocultar lo ocurrido para después lanzar un mensaje de "todos somos iguales" y es un patrón de comportamiento que no solo se da en EE.UU.
En el año 2018, el alcalde de Tulsa, George Theron, decidió abrir el caso llamándolo por su nombre "asesinato masivo" y en 2020 se empieza a estudiar por primera vez en Oklahoma. Recordemos que este hecho se borró de la historia y solo las personas negras de la zona sabían lo ocurrido. En este mismo año, Donald Trump eligió Tulsa para uno de sus mítines.
Es ridículo que algunos de sus seguidores (en general) nieguen que ocurriese nada en Tulsa o en otras ubicaciones en el pasado reciente de EE.UU.
Poco antes de asistir Trump dijo: "Lo mejor para las razas es la economía sólida". Regina Goodwin, activista local y descendiente directa de personas que vivieron el horror de Tulsa prefirió abordar la historia desde una perspectiva más global diciendo: "En aquella época había personas con dinero en Tulsa, pero su riqueza no les protegió del racismo y no lo hizo después. Queremos que se sepa la historia, pero la historia fiel y veraz tal y como ocurrió"
En mayo de 2021 Mama Viola Fletcher, superviviente de la matanza racial de Tulsa, cumplía 107 años. "Aún oigo los aviones volando sobre nuestras cabezas" dijo...
El mayor regalo no solo a ella si no a los que ya no están, sería quizás jamás olvidar lo sucedido y trabajar por la reparación en los otros Tulsas que el mundo ha provocado.
“Los pasos dados no pueden dejar huella si caminamos desde el vacío...somos partícipes del frío que siente el prójimo si sabemos que le podemos abrigar con las miradas de las palabras...”