Oro parece, plata(sí)es

Por Abi Sila

Si hay un alimento indiscutiblemente común entre todas las comunidades negras es el plátano. Cuando pensamos en plátano pensamos en tostones, chips, plátano frito, fufu, melao, mofongo, mangú, etc, etc,etc.

Con cualquiera de ellos nos llegan recuerdos a las papilas gustativas que nos hacen salivar. Para la gran mayoría no hace falta explicar que hablamos de los llamados plátanos machos y no de bananas. Los plátanos triplican el tamaño de las bananas y no se comen en crudo. No porque sean malos para el organismo sino porque simplemente su sabor es amargo y la textura arenosa.

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Mofongo Fuente Wikipedia

 
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Plátano maduro Fuente: Managementboy

 
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Tostones Fuente: Wikipedia

 


Nuestra gastronomía no sólo es rica en sabores sino también en nutrientes. Consumir de manera habitual nuestros alimentos, no solo es símbolo de activismo y resistencia sino que es también una manera de coexistir con el entorno y la naturaleza. Ya que todos estos alimentos cubren las necesidades diarias del organismo y además siempre tienen muchos más usos, aparte de los culinarios que inciden positivamente en nuestra salud y calidad de vida.

Uno de sus nutrientes es el triptófano que ayuda a regular el sueño y además de relajar el cuerpo, mejora el ánimo y aumenta la felicidad. (Puede que ésta sea la explicación del porqué sonreímos después de comer plátano e incluso cuando evocamos sus sabores). He aprendido que su cáscara tiene propiedades cicatrizantes y beneficiosas para el acné. Simplemente hay que frotar el interior de la cáscara sobre el rostro. Entiendí porqué la cáscara se usa para realizar un jabón neutro muy conocido que se llama “Black Soap” y que en África se usa mucho sobre todo para problemas dermatológicos. 

En México es muy utilizado para evitar la infección que se puede desarrollar tras un corte o quemadura. Es a esto a lo que me refiero cuando digo que nuestra alimentación nos permite coexistir de una manera natural con la naturaleza lejos de los químicos y de la industria capitalista de Occidente. Pequeños gestos de la vida cotidiana con productos autóctonos como el plátano, nos devuelven a nuestros orígenes de una manera directa.

A diferencia de otros frutos que solo se consumen cuando están maduros, los plátanos pueden cocinarse en sus tres estados: verdes, semi-maduros y maduros. Ambos están deliciosos y se pueden acompañar tanto de carne como de pescado. Pueden servirse solos en postres, como acompañantes, etc. Es un alimento versátil y super apto para dietas veganas. Podéis simplemente pelarlo, cortarlo en trozos y ponerlo a hervir. Cuando el plátano se consume en su variante más verde contiene una gran cantidad de almidón que se libera poco a poco a la corriente sanguínea por lo que su carga glucémica es bajísima. Además este tipo de almidón es saciante y disminuye la ansiedad, haciendo que reduzcamos los alimentos que ingerimos.

 
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Los patacones o tostones también se hacen con los plátanos verdes. Se pelan y trocean en un tamaño aproximado de dos dedos. Se fríen a fuego medio por ambos lados y se retiran del fuego para luego ser aplastados.  Para aplastarlos, podemos ayudarnos de una botella, una tabla de madera o cualquier utensilio que tengáis que sirva para dejarlos planos. Una vez aplastados se vuelven a freír, pero esta vez elevando el fuego para conseguir que la textura exterior esté crujiente. Cuando se doren se retiran del fuego y ¡a comer!  Esta modalidad es muy típica en Latinoamérica y en África también, pero se conoce como galletas de plátano.



Patacones Fuente: Ok Diario

Patacones Fuente: Ok Diario

Otra manera deliciosa de comerlo es simplemente frito. Se sigue el mismo proceso de pelarlo, pero esta vez se hacen láminas gruesas con el fruto. Puedes hacerlo tanto a lo ancho como a lo largo. Se fríen a fuego medio hasta que queden dorados y luego se retiran del fuego y se quita el exceso de aceite. Los chips de plátano se hacen igual, pero sus láminas son tan finas como los chips de patatas fritas. En muchos sitios los venden ya envasados como snacks, listos para su consumo. Los chips se pueden cocinar con el plátano verde o maduro, aunque con éste último el aporte calórico también es mayor y su sabor más dulce.

 
Plátano frito maduro Fuente: Makike Cortes

Plátano frito maduro Fuente: Makike Cortes

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Plátano chips Fuente: Wikipedia

 

Como os he contado, la gastronomía africana compone principalmente sus platos de una salsa acompañada de un carbohidrato. Pues bien, cualquier salsa de la que ya os haya hablado o que conozcáis, puede comerse con los plátanos como acompañante.

Plátano hervido Fuente: Kwabena

Plátano hervido Fuente: Kwabena

En República Dominicana preparan un delicioso plato que se llama mofongo. Es un majado de plátanos fritos con ajo que se sirve en forma de bola y se acompaña con chicharrón. Aunque Puerto Rico y Dominicana se disputan la autoría de esta receta, en cualquiera de sus variedades, el plátano une a todo el pueblo afro en los cinco continentes.

 
Chicharrón con masa de plátano Fuente: elfogoncito.net

Chicharrón con masa de plátano Fuente: elfogoncito.net

 

La gastronomía es la relación del ser humano con la alimentación y su entorno o ambiente. Y la verdad es que el plátano es otro de nuestros símbolos de identidad. Por eso es tan importante que investiguemos y comprendamos el cómo y el porqué de la alimentación afro, y no sólo que lo entendamos sino también que lo consumamos. La conciencia tiene que darse a nivel político, social, cultural y por supuesto también personal en lo que consumimos.

¡Kufurahia! (¡Buen provecho!)