¿soberbia o negacionismo?

Pierre Nkurunziza Fuente Atalayar.com

Pierre Nkurunziza Fuente Atalayar.com

Raquel G. Envó

El ser humano es a menudo incomprensible, por lo que en ocasiones es susceptible de cometer errores y reincidir; ahora bien, cuando el comportamiento de una persona es capaz de negar evidencias claras por evadirse de una realidad que por la razón que sea le resulte incómoda, pero que puede generar consecuencias graves para el resto de la población, digamos que ya podemos preocuparnos. 

Muchxs pensamos que los políticos en general son soberbios y que en ocasiones se creen que están por encima de la verdad, pero he de recordar que la realidad siempre supera la ficción. Y me sitúo en contexto.

El pasado mes de junio, fallecía en Burundi el jefe de estado Pierre Nkurunziza, según las fuentes oficiales por un infarto. Sin embargo, días después de ser hospitalizado, los médicos hablaban de una infección por covid-19 aunque esta afirmación no fue confirmada a los medios. Nkurunziza que había perdido las elecciones, debía abandonar la jefatura de estado el 20 de agosto y hacer la entrega de poder al general Évariste Ndayishimiye, quien fue elegido el 24 de mayo como nuevo presidente.  

Recordemos que el ejecutivo expulsó a la representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en mayo del 2020 por criticar la falta de transparencia de este gobierno en el manejo de la actual pandemia. 

El gobierno burundés alardeaba durante los meses de marzo y abril, de la falta de casos en el país, y presumía de ser uno de los países que continuaba con la vida normal mientras el resto del mundo estaba confinado en sus casas y los servicios sanitarios de todo el mundo estaban totalmente desbordados. El actual presidente, que en esos momentos era todavía secretario general, manifestó no tener miedo al coronavirus e incluso dio a entender que Burundi estaba protegido por la gracia divina.  El gobierno manifestaba un optimismo que no se ajustaba a la realidad del país, de hecho, funcionarios de la ONU, diplomáticos y miembros de la sociedad civil mostraron su preocupación por la capacidad de las autoridades para gestionar dicha crisis. Las decisiones que se tomaban para la gestión de la pandemia eran políticas, obviando los consejos de los sanitarios.

Todo ese cúmulo de opacidad, hace pensar que el comunicado oficial de la muerte del presidente en ese momento no era del todo cierto; teniendo en cuenta que su esposa había sido evacuada a Kenia días antes de que éste fuera ingresado, donde se confirmó que estaba infectada de Covid-19, recibiendo tratamiento por dicha afección de la que se pudo recuperar. Desgraciadamente su marido no corrió con la misma suerte y falleció días después de agravarse su situación en un hospital de Karuzi.

Está claro que en la mayoría de los casos los políticos no siempre cuentan a la población la realidad del país, según dicen para preservar la estabilidad  y no caer en el alarmismo general. Pero también es verdad, que en la mayoría de los casos prefieren contar lo que les beneficia a ellos o a sus formaciones políticas.

En el caso de Pierre Nkurunziza, no sabemos si la soberbia política llevó al desafortunado desenlace que desgraciadamente acabó con su vida o como dice el informe oficial, sufrió un paro cardiaco que no tuvo nada que ver con el enemigo invisible que a día de hoy sigue azotando a todo el mundo y al que lejos de negar su existencia lo mejor es tomar todas las medidas necesarias para frenar su propagación.

No sabemos si las cosas hubieran sido de otra manera si desde un principio se hubieran tomado todas las medidas necesarias para sobre llevar el control de la pandemia en Burundi, en vez de ocultar la realidad del país y simular una aparente normalidad mientras el virus continuaba creciendo en todo el territorio nacional. Esperemos que la lección haya quedado aprendida para todxs.

Nota editorial: nuestra línea editorial no es responsable de todas las opiniones emitidas en el medio. Esto es un espacio para el debate, la discusión desde distintos lugares de nuestra comunidad negra y afrodescendiente.