De Negrx a Negrx: Ali Bantú Ashanti.

Ali Bantú Ashanti.

Ali Bantú Ashanti.

Entrevista de John Jack Becerra

¿Quién es Ali Bantú Ashanti?  ¿Cómo nace el colectivo Justicia Racial y que los motivó a conformar este colectivo?

Soy activista, abogado defensor de derechos humanos y étnico-raciales.

El Colectivo Justicia Racial se crea con el propósito de defender los derechos de las comunidades negras, y/o afrocolombianas que padecen un sinfín de violencias motivadas por el racismo y la discriminación racial, entre ellas el abuso de autoridad y las derivadas del conflicto armado.

Nosotros somos abogados/as conscientes de las barreras que tiene nuestra comunidad para acceder al sistema de justicia, por ello, nuestros miembros desarrollan voluntariado y defienden a nuestra gente de manera gratuita a través de acciones integrales y litigio estratégico.

¿Cómo describes lo que hoy está sucediendo en Colombia con la protesta social?  Cali se volvió el epicentro de la protesta social en Colombia ¿Cali refleja la problemática social como el racismo que vivimos estructural en Colombia?

Es un estallido social, provocado por un sinfín de problemas que arrastra el país desde décadas y que la clase dirigente no han sabido y sobre todo no han tenido la voluntad política para resolverlos, por el contrario, constantemente toman decisiones que favorecen a una minoría privilegiada, muchas veces en contravía de los menos favorecidos; y lamentablemente, su única respuesta ha sido la misma de siempre: la violencia del Estado, a través de la fuerza pública y ejércitos privados, en contra de los ciudadanos de a pie que sobreviven empobrecidos y olvidados.

Los problemas y la profundización de la pobreza ha llegado a tal punto, que los jóvenes, las organizaciones de mujeres, la comunidad afrocolombiana e indígena, campesinos, trabajadores formales e informales, víctimas del conflicto y maestros sienten que no tienen nada que perder y están dispuestos a arriesgar sus vidas para que el país realmente profundice la democracia y reduzca la pobreza a partir de la generación de oportunidades.

No es gratuito que precisamente en la ciudad de Cali, - segunda ciudad con más población afrodescendiente de Suramérica, después de Bahía-, haya sido el centro de esta gran explosión de inconformismo social, y sobre todo que la fuerza pública haya arremetido de la manera abruptamente confinada en la que lo ha hecho, ellos saben que estaban matando jóvenes negros, indígenas y mestizos empobrecidos, por eso lo hacen con tanta alevosía, es la muestra del racismo estructural normalizado.  

Precisamente, Cali, como Cartagena, es una ciudad de contrastes, totalmente segregada y desigual, en donde la comunidad negra vive en las peores condiciones y sufren constante la violencia y la persecución por parte de quienes tienen el deber constitucional y legal de protegerlos: la Policía.

A propósito de estos días de protesta social en Colombia, especialmente en Cali hemos visto el abuso de la fuerza pública en contra de los manifestantes, especialmente con jóvenes negros, mestizos, que han resultado asesinados, como se ve en videos que circulan en las redes sociales, hay todo un entramado de instituciones civiles que deberían dirigir y vigilar el ejercicio de la fuerza pública, pero no están funcionando, ¿Qué está sucediendo realmente? ¿Cuál es el contexto real de lo que está pasando con la fuerza pública en Colombia y los derechos humanos?

Por más de medio siglo Colombia han mantenido una política de estado que tolera y estimula las violaciones graves a los derechos humanos de manera sistemática, la cual se expresa en ejecuciones extrajudiciales, desapariciones, detenciones arbitrarias, etc., en contra de la juventud, líderes sociales y una persecución constante en contra de los partidos políticos de oposición y movimientos populares. En suma, las élites han resuelto, a lo largo de estos doscientos años de vida republicana, las diferencias políticas y los justos reclamos de la inmensa mayoría de los colombianos a bolillo y bala, se dieron el lujo de perseguir, torturar y masacrar a cada uno de los militantes del partido político Unión Patriótica, solo por poner un ejemplo. Es contra todo eso que hoy la gente se moviliza y exige un cambio.

Ali Bantú en una protesta en Colombia.

Ali Bantú en una protesta en Colombia.

Colombia es el país más desigual de toda América Latina. En el 2018 Colombia a nivel mundial según la BBC ocupaba el puesto cuarto entre los países más desiguales del mundo. ¿Cómo podemos explicarle a la comunidad internacional, que un país que tiene acceso al Mar Caribe en el norte y al Océano Pacífico en el occidente esté en esta situación? ¿Y que la población Afrocolombiana sea la más empobrecidas? 

Las élites criollas colombianas blanco-mestizas, tanto políticas como económicas, han vivido de espaldas al mar, en donde fundamentalmente se ubica la gente negra. El Estado colombiano, han practicado una especie de apartheid para mantener a nuestra comunidad alejada de cualquier oportunidad que implique progreso para nuestros territorios, incluso a costa de que el país no se desarrolle, es lo que yo llamo el racismo en su máxima expresión, un odio sembrado en una mentalidad criolla. Una mezquindad y un racismo absurdo que no les permite ver más allá de su sed de venganza y despojo contra un pueblo que lo único que ha hecho durante estos 400 años es construir país.

Aunado a ello, cuando los intereses les imponen la obligación de desarrollar proyectos o megaproyectos en los territorios en donde vive la población negra y/o afrocolombiana, lo hacen en detrimento de nuestra comunidad, el caso del Puerto de Buenaventura en muy diciente, han preferido subdesarrollado -aunque mueva el 42% del comercio exterior del país- y privatizarlo antes que incluir a la comunidad bonaverense en él, y echarle cemento a los cuerpos de la gente negra, antes que conciliar y construir país. ¿Desarrollo para quién? Es la pregunta que siempre nos hacemos cuando quieren construir puertos o desarrollar industria marítima en nuestros territorios.

La justicia racial es algo que pocos manejan y conocen, ¿Cómo cree Ali Bantú que la justicia racial en Colombia se puede implementar? ¿Qué formas en las que se puede luchar por la justicia racial ahora mismo?

El debate en nuestro país en los últimos 30 años ha estado orientado fundamentalmente a proteger los usos y costumbres de la comunidad negra en el contexto rural, sustentado en el convenio 169 de la OIT y el carácter pluriétnico de nuestra Constitución. Pero yo me pregunto ¿Cómo plantear los derechos de la comunidad negra que vive en las grandes ciudades del país y  que representan cerca del 90% del total de nuestra población? ¿El debate es étnico o es racial? ¿O son ambos? Lo pregunto porque hoy es absolutamente necesario entender las secuelas y sobre todo las barreras que genera el racismo en materia de acceso a derechos de nuestra comunidad, ese diagnóstico, ese rezago histórico, amerita una respuesta contundente por parte del Estado, unas reformas estructurales que permitan a la gente negra competir en igualdad de condiciones que el resto de sociedad colombiana, a eso llamo yo justicia racial. Nadie está pidiendo que le regalen nada, nuestra gente sólo quiere que eliminen las barreras, que se nos permita estudiar y la posibilidad de vincularse a la oferta laboral del país.

Colombia aprobó la Ley 1482 de 2011, que tiene por objeto garantizar la protección de los derechos de una persona, grupo de personas, comunidad o pueblo, que sean vulnerados a través de actos de racismo o discriminación. ¿Esta ley si se ajusta a la convención internacional sobre la eliminación de todas las formas de Discriminación Racial?

Evidentemente no. Esta ley no se ajusta al artículo 1 de la Convención, por lo que necesita nuevamente modificar la ley penal. Pero además, el Estado colombiano se tomó 30 años para adecuar la ley penal en relación con las conductas asociadas a los delitos de odio racial y discriminación racial, pero lo más triste y me veo en la obligación de expresarlo, es que se hizo mal la ley 1482 de 2011 que modificó y adicionó algunos artículos al Código Penal y esto fue de manera intencional; esta ley no está ajustada a la convención, termina siendo desde el punto de vista práctico “un entuerto” que por más que las ciudadanos negros denuncien… los organismos de control y en general el sistema de justicia permanecerán sordos, ciegos, mudos y racistas. 

¿Cuál es la dinámica de cara a las elecciones 2022? Teniendo en cuenta lo que está sucediendo en materia política, ¿Cómo leer el panorama político?

La ciudadanía demanda y quiere un cambio, desea fervientemente que se profundice la democracia y permita la participación de amplios sectores de la sociedad colombiana excluida de los escenarios de la toma de decisiones del país.

Uno de los grandes problemas que tiene nuestra decadente democracia es que somos uno de los países más corruptos del mundo. Cada año se pierden cerca de 50 billones de pesos, según cifras de la Contraloría General de la Nación. Recursos que serían trascendentales para superar las brechas de desigualdad, solo en 4 años de los recursos que se pierden en la corrupción servirían para implementar el Acuerdo Final de Paz, pero prefirieron volverlo trizas antes que implementarlo.

Yo aspiro, que en las elecciones de congreso y presidencia del próximo año, el descontento nacional que se está expresando en las calles, de los millones de empobrecidos, se manifieste en las urnas, que hagan uso del voto. Es urgente renovar el congreso y castigar electoralmente hablando los poderes locales y las minorías políticas privilegiadas que históricamente se han robado los recursos públicos. Soy muy optimista, estamos en un momento de ruptura con la Colombia que fue y la que queremos construir desde las calles.

La activista ambientalista y defensora de los derechos humanos afro-colombiana, Francia Márquez, ha presentado su candidatura a las elecciones del 2022 a la presidencia de Colombia ¿Qué le parece el paso que ha dado Francia Márquez? ¿Cree que su candidatura tiene opciones en un país como Colombia?

Francia Márquez encarna y representa un liderazgo diferente, una especie de quiebre con la política tradicional, que no ha permitido que la inmensa mayoría empobrecida realmente haga uso del derecho a ser elegido. Me parece que la decisión que tomó es acertada, sobre todo en un momento en el que el país está ávido de nuevos liderazgos y de renovar definitivamente el liderazgo político, con propuestas frescas, que recogen las aspiraciones de quienes hoy están volcados en las calles.  

Colombia nunca ha elegido una mujer como presidenta. Francia se ha hecho a pulso, no pertenece a la clase política ni económica del país, es por el contrario una mujer popular, de pueblo, una líder ambiental que ha sido perseguida por defender la vida. La decisión de que Francia sea presidenta de Colombia está en manos de la gente, yo por mi parte, votaré por ella e invito a quienes sueñan un país diferente a unirnos en esta causa que es de todos. Si así lo hacemos, entonces tendría en este momento actual opciones reales de ser presidenta de Colombia

¿Qué balance podemos hacer de la presentación general de la circunscripción especial de negritudes y sus representantes en el congreso de Colombia?

En primer lugar, quiero aquí señalar la responsabilidad de nuestra comunidad a la hora votar, nos quejamos durante cuatro años de los políticos locales y cuando llega el día de las elecciones, nos olvidamos de todo y elegimos a los mismos, esto es lamentable y tiene que cambiar. En segundo lugar, es devastador que este espacio haya estado secuestrado a intereses ajenos a nuestra comunidad, lo cual sigue limitando el derecho a la participación y una genuina representación política de nuestra comunidad. Es urgente rescatar esas curules para las causas de la gente.

De conformidad con los artículos 13 y 40 de la Constitución Nacional y se dictan otras disposiciones. Participación política afrocolombiana, ¿Realmente la participación en política ha sido plena y nos ha permitido tomar decisiones a niveles decisorios de las diferentes ramas y órganos del poder público para beneficio del pueblo afrocolombiano?

Nuestra Colombia ha carecido de una verdadera representación política, pero también la mayoría de los colombianos, no hemos tenido mayor incidencia en las grandes decisiones del país. También hay que decir que hemos aportado a la construcción de país más allá de quienes han estado en esos espacios de poder. Hoy, nuestro pueblo es consciente de ello y también está demandando un cambio real.


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