El Afrofeminismo “Es una manera de existir, de dar sentido a los mundos que vivimos y esperamos convivir.Es entender que somos sobrevivientes a una masacre que nunca termina en este mundo antinegro”.

Espacio Afrofeminista Ilustración: Elizabeth Montero @laflordeltamarindo

Espacio Afrofeminista

Ilustración: Elizabeth Montero @laflordeltamarindo

Para charlar sobre lo que supone para las vidas negras el 8M, para descifrar algunas claves de lo que enmana el Afrofeminismo, no nos podía falta hablar con un grupo de luchadoras, viajeras, alegres, resilientes y danzonas. Un colectivo de personas de la diáspora, de aquí y de allí, hijas del camino…

El Espacio afrofeminista es un lugar de encuentro de hermanxs negrxs, afrodescenientes que nos acuerpamos para reflexionar, conversar sobre nuestras vidas como personas negras. Caminamos dialogando con el afrofeminismo y nuestras memorias ancestrales”.

¿Cuál es vuestro concepto de Afrofeminismo?

Es una manera de existir, de dar sentido a los mundos que vivimos y esperamos convivir. Una forma de levantarse todos los días, sabiendo que respiramos por la existencia de muchas otras que han abrazado con coraje nuestras tierras mares. Es entender que somos sobrevivientes a una masacre que nunca termina en este mundo antinegro. Por ello, nos acompañamos en el andar. Nos acompañamos en el dolor, y el dolor de nuestrxs hermanxs de la diáspora.

¿Qué significa para ti el 8M?

Una conmemoración, tomar las calles, andar, caminar, perrear, bachatear… El 8M me recuerda que todo cuanto somos es porque tenemos una larga historia prieta de mujeres en los cañaverales, en los conucos y plantaciones dándonos una memoria de salves, de  jazz, de canto y re-existencia imparable, por más que el amo blanco joda, estamos ahí haciendo el «cocinao» que calienta y posibilita la vida. También el 8M es un espacio de pugna, de disputa, de tensión con el feminismo hegemónico y con narrativas desvinculadas a nuestros cuerpos y vivencias. Recordar nuestra existencia como cuerpos de la diáspora necesariamente implica un ejercicio de recordar cuáles son los cuerpos que históricamente nos han oprimido, y nos referimos  a les sujetxs herederxs y beneficiarixs de la supremacía blanca.

¿Estás a favor o en contra de la huelga convocada?

Viviendo en Madrid no es la estrategia que convoca mis sentidos. No me huelo en el espíritu de conquista, avance y esas retóricas liberales que a veces se enarbolan como hegemonía de consignas. Extraño un 8 de Marzo como cimarrona. Así me gustaría más. De todos modos, creo que la calle hay que cogérnosla, literalmente. Siempre  nos preguntamos ¿qué cuerpos pueden marchar? ¿qué cuerpos pueden parar? ¿pueden las negrxs migrantxs no ir a trabajxr? ¿pueden lxs negras migrantxs trabajar? Para ir a huelga necesitas empleo, para acceder a un empleo necesitas papeles y además ser un cuerpo aceptado por las reglas de la cis-normalidad. Entonces ir a huelga también es un privilegio.

¿En qué momento te diste cuenta, que no estabas representada por el feminismo blanco?

Sin saberlo siempre lo supe. Siempre entendía que no había una igualdad, universalidad que nunca tuvo que ver con la comunalidad en la que aprendí a «lavar el oro», en la que aprendí que una vive porque hay muchxs que sostienen esa vida, mientras el Estado nos expulsa, encarcela, mata… hemos aprendido a trenzar nuestras heridas  y curarnos… y reinventar mundos pa’ nosotres. 

¿En tu entorno más cercano o en España, cuál ha sido tu referente en el feminismo negro? 

Mi abuela, mis primos, Audre Lorde, Yaneris Gonzales, Isabel Spencer, Ochy Curiel, Wendy Mateo, Marily Gallardo y una larga lista de mujeres Caribeñas bravas, hermosamente disidentes. 

¿Has visto una evolución real en las reivindicaciones del Afrofeminismo que se han planteado hasta ahora?

No he visto esa evolución ni creo en ella. No me gusta la evolución, el progreso, eso es lo que siempre ha pretendido matarnos como comunidad. Lo que sí veo como real es la capacidad hermosamente creadora de nuestra comunidad prieta, como un cobijo por donde quiera que uno va…. 

¿Falta algo por hacer que todavía no se haya planteado? 

Más antirracismo en el feminismo, más feminismo en el antirracismo y así… el régimen heterosexual con todos sus tentáculos, simbologías  tendríamos que también quemarlo… Siento que tenemos un compromiso con nuestra autopreservación como personas negras; que re-mirar, re sentir nuestra ancestralidad, nuestras sexualidades ancestrales y formas de vivir y cuidarnos colectivamente.