"Somos el enemigo cuando nuestras reivindicaciones representan una amenaza para el sistema"

Jeffrey Abé Pans. Ilustración Elizabeth Montero @laflordeltamarindo

Jeffrey Abé Pans. Ilustración Elizabeth Montero @laflordeltamarindo

En septiembre del 2019, Editorial Mey, público "Cuando Somos el Enemigo: Activismo Negro en España" de Jeffrey Abé Pans, activista e integrador social, quien a falta de referencias negras en su vida familiar, empezó a construir su identidad en la negritud gracias a su vínculo con la literatura.

Jeffrey nos invita a leer un "libro de activistas" quienes desarrollan ciertas temáticas de la heterogeneidad de la comunidad negra. Al ser consciente de la dificultad de conseguir una representatividad de toda la comunidad, junto a la activista y editora de la presente publicación, Remei Sipi, estableció los ejes de los textos a publicar: Activismo en contraposición al antirracismo, activismo comunitario, racismo estructural, trasnacionalidad, liderato del feminismo negro y empoderamiento.

Así pues "Cuando Somos el Enemigo: Activismo Negro en España" además de proporcionarnos información clave para nuestra participación activa en la comunidad y llenarnos de orgullo por nuestra ascendencia africana; nos invita a reflexionar sobre cuándo somos el enemigo del Estado Español y cuándo somos el enemigo en nuestros propios espacios.

Colaboran en el libro: Antumi Toasijé, Yeison F. García López, Kaire Ba, Ngoy Ramadhani, Irina Illa, Delfín Mocache, Mariana Olisa, Ivonne González y Justo Aliounedine Nguema.

Aprovechando la temática  y el contexto revuelto con las instituciones por las continuas medidas racistas que recaen sobre la comunidad negra y migrante y por la celebración del Día Internacional por la Eliminación de la Discriminación Racial el 21 de marzo, en la revista hemos decidido charlar con el coordinador de esta obra que nos contesta a las siguientes cuestiones:

¿Cuándo somos el enemigo?

Somos el enemigo cuando nuestras reivindicaciones  representan una amenaza para el sistema, es decir, cuando asesinan a Marielle Franco en Brasil o atentan contra Francia Márquez en Colombia. Somos el enemigo cuando hermanxs como Moha Gerehou o Desirée Bela-Lobedde reciben amenazas de muerte por su activismo. También somos el enemigo cuando los disparos de la Guardia Civil causan la muerte de 15 personas en el Tarajal o cuando un guardia civil asesina a Lucrecia Pérez por ser negra. 

¿Cuál es la diferencia entre una lucha por el empoderamiento de la comunidad negra y la lucha antirracista? ¿Crees que el contenido y acciones de ambas luchas, en el contexto español, son muy parecidas? ¿No se queda esto simplemente en una diferencia en la forma en la que se nombra la lucha?

No es lo mismo Poder Negro que antirracismo. Assata Shakur, decía que “nadie en el mundo obtuvo jamás su libertad al apelar al sentido moral de las personas que los oprimían”. Bajo mi punto de vista, la diferencia principal es que si luchas contra el racismo tu interlocutor principal es el Estado (quien te oprime), mientras que si trabajas para promover el empoderamiento de la población negra tu interés, como activista, se centra en concienciar a tu comunidad sobre la capacidad que tenemos para transformar nuestra situación en el contexto español e internacional. 

¿Qué es el racismo institucional? ¿Cómo luchar o terminar con él?

El racismo institucional es el racismo que ejerce, sostiene y perpetúa el Estado. El Apartheid en Sudáfrica era racismo institucional, ya que institucionalizaba el racismo. ¿Cómo luchar o terminar con el racismo institucional? Malcolm X diría aquello de “by any means necessary”, es decir, por cualquier medio necesario. Yo opino que la mejor manera de luchar contra el racismo institucional es mediante el trabajo en red de los colectivos antirracistas, la movilización popular y la incidencia política de los movimientos sociales. La activista peruana Daniela Ortiz es un ejemplo para mí.


¿Cómo ser un antirracista en espacios que nieguen o no se cuestionen el racismo?

Creo que es imposible ser antirracista y negar el racismo. Yo soy antirracista, en la medida que soy una persona que está en contra del racismo, lo que no soy es un activista antirracista, no porque tenga nada en contra de lxs activistas antirracistas, sino porque mi trabajo como activista no se centra en la erradicación del racismo, sino en el empoderamiento de la población negra en España. 


¿ Se puede ser antirracista sin ser anticapitalista? ¿Se puede ser antirracista siendo permisivos con las industrias que explota la mano de obra?

Barack Obama es antirracista y capitalista, así que imagino que sí se puede ser antirracista sin ser anticapitalista. En cualquier caso, las preguntas que a mí me interesas son ¿puede un activista negro promover el empoderamiento de la población negra independientemente de su clase social y su lugar de nacimiento? ¿Puede un activista negro nacido en la diáspora contribuir al proyecto de unificación panafricanista? Yo creo que sí, W.E.B Du Bois es un buen ejemplo en este sentido.


Los "Negro de Vox" ¿Son activistas que representan a la comunidad negra o parte de ella?¿Somos sus enemigos?

No sé si somos sus enemigos, eso se lo tendríais que preguntar a ellos. Por lo que a mí respecta, veo a Ignacio Garriga, Bertrand Ndong o Lola Nchaso como simpatizantes de una formación ultraderechista que recibe elogios del Ku Klux Klan. Representan a la comunidad negra, en la medida que son parte de ella, otra cosa es que defiendan las reivindicaciones sociopolíticas de los colectivos vinculados al activismo negro en el contexto español. 

¿De qué manera nuestra comunidad puede contribuir a que el Gobierno reconozca el Decenio Internacional de los Afrodescendientes?

Aplaudo el trabajo que han hecho hermanxs como Ngoy Ramadhani Ngoma e Isabelle Mamadou en el marco del Decenio Internacional de los Afrodescendientes. Admiro su trabajo, dedicación y profesionalidad. De hecho, Ngoy escribe un capítulo sobre el Decenio en el libro que he coordinado. 

Respondiendo a vuestra pregunta, considero que el hecho de que el gobierno español reconozca el Decenio Internacional de los Afrodescendientes no sirve de mucho mientras sigan produciéndose identificaciones policiales por perfil étnico o celebrándose festividades en las que se practica el blackface (por poner dos ejemplos). Lo que a mí me interesa, como activista negro residente en España, es que Silvia Albert Sopale abra una sala de teatro para actores afrodescendientes, que lxs autorxs negrxs dispongamos de editoriales como Ediciones Wanafrica o Editorial Mey, que Deborah Ekoka y Ken Province abran un espacio comunitario como United Minds, que Massiel Valdez abra una peluquería afro, que Negrxs Magazine, Afroféminas o Diario Rombe tengan cada vez más lectorxs, que Antoinette T.Soler abra una tienda de muñecas negras, que Afrogalegas crezca como colectivo, que cada vez más estudiantes negrxs militen en asociaciones universitarias como Kwanzaa, etc. 


¿Cuál es la identidad colectiva de la comunidad negra en España?¿Puede existir una lucha colectiva sin un objetivo principal en común? ¿Cuál es o debería ser nuestro objetivo en común?

Todxs pertenecemos a la comunidad africana y afrodescendiente de España. No existe un único objetivo, sino muchos y todos ellos son importantes. Empoderamiento político, cultural y económico. 

¿Qué rol cumple el feminismo negro en la lucha por reivindicar los derechos de la comunidad negra en España?

Las feministas negras lideran la lucha por el empoderamiento de la población negra en España. Critican acertadamente las dinámicas machistas que reproducimos los hombres que militamos en colectivos vinculados al empoderamiento negro y, por otro lado, obligan al feminismo blanco a revisar sus privilegios, mejorando así la perspectiva interseccional del movimiento feminista español. El activismo negro en el contexto español debe muchísimo a las mujeres afroespañolas gambianas, afrocubanas, afrocolombianas, afrobrasileñas, afrodominicanas, senegalesas, ecuatoguineanas, etc.

¿Cómo se puede legislar en una estructura diseñada para nuestra marginalización?

No se puede. En la medida que el activismo negro en el contexto español se haga más fuerte como movimiento, los gobernantes se verán obligados a introducir cambios legislativos que reflejen las reivindicaciones de nuestra comunidad. 


¿Por qué es importante que el Estado Español pida disculpas públicas a la comunidad negra?¿Qué implicaría?

Sería importante en términos de memoria histórica y reparación. Implicaría, entre otras cosas, leer en los institutos españoles las obras de Gustau Nerín para conocer las muertes que provocó el colonialismo español en Guinea. Implicaría reconocer la contribución de lxs escritorxs de Guinea Ecuatorial a la literatura hispanoafricana. Implicaría aplaudir el trabajo de Alphonse Arcelin para acabar con la exposición del conocido como Negro de Bañolas. Implicaría explicar en los institutos españoles que Lucrecia Pérez fue víctima de racismo y xenofobia, y asesinada por ser negra y migrante. 


¿Cómo se viene contrarrestando las deficiencias del sistema educativo español?

A modo de ejemplo, lxs hermanxs Ken Province y Deborah Ekoka abrieron United Minds, una librería afrocentrada orientada al empoderamiento cultural, político y económico de la población negra en España. Su proyecto ha hecho más por la educación de nuestra comunidad que cualquier ley educativa española. 

¿Cómo definirías a la población afroespañola?

Esta pregunta debería responderla alguien como mi hermano Justo Aliounedine Nguema Pouye (Yast Solo), que desde hace años ha señalado la importancia de hablar de comunidad afroespañola. Lo que sí te puedo decir, por mi parte, es que me identifico plenamente con el término afroespañol.

¿Las reivindicaciones de nuestros derechos pueden ser posibles, a plenitud, sin violencia?

Rotundamente sí (una cosa es la reivindicación y otra cosa es la consecución). La pregunta que yo formulo es ¿El Estado español puede defender sus intereses sin recurrir a la violencia policial e institucional contra nosotrxs?


La comunidad negra en España ¿Cómo va en su trabajo por la unidad, organización y acción?

Vamos por buen camino, pero todavía falta muchísimo por hacer. Cada vez estamos más unidos, más organizados y actuamos mejor. Recientemente vino a Barcelona el líder panafricanista Kemi Seba y el auditorio estuvo abarrotado de gente negra. Cada vez hay más activistas negros residentes en España que viajan a África o América Latina para hablar de nuestra lucha. Yo mismo (con la ayuda indispensable de Odome Angone) he conseguido introducir el libro Cuando somos el enemigo: activismo negro en España en la Universidad Cheikh Anta Diop de Dakar (Senegal), y viajaré a Senegal cuando tenga la oportunidad para hablar del libro.

Si el coronavirus lo permite, los festivales Black Barcelona y Conciencia Afro volverán a ser un éxito este año. El activismo negro está creciendo exponencialmente en el Estado español. Los servicios de inteligencia españoles lo saben.

Entrevista realizada por Gondwana, miembro del equipo editorial.