"Para mí de eso se trata , de poner a la mujer negra en el centro con todas sus dimensiones y teniendo en cuenta todas su necesidades, diferencias y opresiones"

Silvia Albert Sopale Ilustración: Elizabeth Montero @laflordeltamarindo

Silvia Albert Sopale Ilustración: Elizabeth Montero @laflordeltamarindo

Las reflexiones de Silvia no podían faltar en este círculo de charlas que venimos mostrando. Ella es actriz, directora teatral, creadora y activista feminista antirracista vasca que vive en Barcelona. Fue la presentadora en el Festival 2019 de Conciencia Afro y trajo a Madrid a su compañia No somos Whoppi Goldberg. La hemos entrevistado en otras ocasiones, pero en esta cita nos va a hablar sobre Afrofeminismo y el 8M.

¿Eres afrofeminista y cuál es tu concepto de Afrofeminismo?

Yo diría más bien que estoy en construcción, por mi historia de vida soy de aquellas personas que siempre tienen el complejo de la impostora detrás de la oreja. En ese aprendizaje hay cosas que me cuestan, la parte de poner a la mujer negra en el centro la tengo trabajada del antirracismo, pero la de poner los cuidados también. Me cuesta y para mí de eso se trata , de poner a la mujer negra en el centro con todas sus dimensiones y teniendo en cuenta todas su necesidades, diferencias y opresiones. 

¿Qué significa para ti el 8M?

Es el día en que las mujeres blancas se dan cuenta de que existen otras mujeres que no son blancas y se enfadan con ellas porque no les hacen caso (como si tuviéramos que hacerlo) 

¿Estás a favor o en contra de la huelga convocada?

No creo que una huelga de un día sirva para nada. Sí realmente queremos cambiar el sistema habría que repensar la huelga en tiempo por un lado y por otro habría que pensar en ¿quiénes pueden hacer huelga? ¿quiénes la convocan? ¿quiénes pueden secundarla? ¿Desde qué países, desde qué continentes..? 

¿En qué momento te diste cuenta, que no estabas representada por el feminismo blanco?

Hace años formaba parte de un colectivo de mujeres en las Artes escénicas, durante años trabajamos juntas, las sentí amigas, compañeras y hermanas. En su mayoría eran mujeres blancas. Todo parecía ir bien entre nosotras hasta que entró el tema de la raza por el medio. Tuvimos un desacuerdo y todas las mujeres blancas hicieron piña contra mí, la única mujer negra, negando continuamente una realidad que desconocían. Ahí me di cuenta de que siempre nos habíamos llevado bien porque yo me sumaba a ellas, las apoyaba y estaba por sus temas. Cuando me tocó el turno a mí y eso les hacía perder parte de sus privilegios...No amiga, no! 

¿En tu entorno más cercano o en España, cuál ha sido tu referente en el feminismo negro?

Yo admiro mucho a Esther Mayoko que dice continuamente que miremos a Remei Sipi y así lo hago. También soy seguidora (como no serlo) de la revista Afrofeminas, de Antoinette Soler y de muchas de sus colaboradoras. El colectivo afrofeminsta con Mariana Olisa o AfrofemKoop son mis referentes en la ciudad de Barcelona y por supuesto Desirée Bela-Lobedde. Y desde que la conocí estoy in love con Aida Bueno

¿Has visto una evolución real en las reivindicaciones del Afrofeminismo que se han planteado hasta ahora?

Claro, el discurso se va afianzando y va evolucionando con nosotras. Nuestras madres tenían otras necesidades. Ellas eran migrantes y tenían un país al que regresar y al que muchas querían regresar. El territorio Español era un lugar de paso, algunas de nosotras reivindicamos la pertenencia a este territorio. No tenemos un lugar al que regresar. Ésta es nuestra casa también y queremos estar representadas en todos los estamentos, en todas partes, ver que se nos tiene en cuenta, que contamos. 

¿Falta algo por hacer que todavía no se haya planteado?

Hay muchas cosas planteadas que no están conseguidas. Las conversaciones que tenemos en Madrid o Barcelona no se están reproduciendo en Santander o Castilla La Mancha. Lo que se consigue en grandes ciudades debe trasladarse a pequeños pueblos. Hemos de salir de esta burbuja en la que caemos sin querer, en la que todas sabemos de qué estamos hablando. Yo creo que las mujeres más jóvenes serán las que nos traigan nuevos cuestionamientos y retos.