Feminismo en Togo

Aimée Mablé Touvi- Ilustración: Elizabeth Espinosa @laflordeltamarindo

Aimée Mablé Touvi- Ilustración: Elizabeth Espinosa @laflordeltamarindo

Aimée Mablé Touvi, mujer togolesa y madre de dos niños. Egresada en Comunicación de empresas en Senegal. Actualmente trabajando en una compañía de seguros en el departamento de asistencia a clientes de Francia. 

Nos habla desde su perspectiva de mujer africana, afincada en España desde hace casi seis años y casada con un hombre español de Mallorca, especializado en Sociología de la Educación de Togo y Ghana. 

Nos pareció interesante su punto de vista diverso sobre el Feminismo que ha experimentado en ambos países y el diálogo intercultural que representa ella misma. 

P. ¿ Eres afrofeminista? ¿Cuál es tu concepto de afrofeminismo ?

Me considero feminista en cualquier lugar donde estoy para luchar y defender los derechos de las mujeres, buscando su emancipación.El Feminismo ha ido evolucionando gracias al éxodo rural, la escolarización y diversas asociaciones de mujeres y cooperativas de trabajo que conllevan a un mayor peso femenino en la sociedad, la economía y la política.

A día de hoy las mujeres han cambiado aspectos como su manera de vestir al ponerse pantalones vaqueros o han modificado sus técnicas de cocina tradicional, empleando gas o fusionando recetas típicas con cocina internacional.

Lo más significativo ha sido el cambio en su manera de pensar, de revelarse a la imposición de ser sumisas ante sus maridos, en temas como decidir cuántos hijos tener o tomar decisiones importantes en casa. 

También buscan alternativas de vida enfocadas a su independencia económica y su educación profesional.

Creo firmemente que el primer paso para cambiar las cosas lo debemos dar nosotras. Tenemos que modificar nuestra mentalidad tradicional en ciertos aspectos y buscar mujeres referentes en nuestro propio país. No debemos dejar que el miedo nos frene, encarando temas como el divorcio, pensar en desarrollar nuestro propio potencial e independencia además de priorizar la salud, bienestar y nuestra autorrealización y de nuestros hijos. No podemos olvidar el diálogo como buen aliado para exponer este tema a los padres, explicándoles el motivo de querer separarnos. Debemos fomentar que el hecho de estar solteras siendo mujeres no es negativo, como viene siendo visto por la sociedad togolesa tradicionalmente.

 

¿Qué significa para ti el 8M? ¿Cómo se celebra en Togo?

 Normalmente se organizan fiestas y diversas actividades para mujeres y sus niños como: talleres de sensibilización para reconocer la violencia conyugal, educación infantil y educación sexual.

Es importante decir que a algunos de estos ejercicios asisten hombres para comprender nuestra realidad.

También hay bailes y desfiles por las calles, comidas grupales donde se comparten experiencias y se generan nuevos proyectos.

 Opino que se tendrían que poner en marcha más acciones reivindicativas el 8M, con el fin de empoderar a la mujer y darle voz propia y visible, hacer que en este día se reflexione más sobre nuestro papel en la sociedad.

 Una de las iniciativas que más me gusta es la obtención de medios de financiación para lograr nuestros objetivos. Hacemos grupos de mujeres y decidimos una cifra de dinero que aportar cada una. La suma resultante se entrega a una mujer cada vez, de manera que todas damos y recibimos. Creamos economía dentro de la comunidad. Lamentablemente, en ocasiones no sale bien, han habido casos donde una vez recibido el dinero no volvemos a ver a esa persona en el grupo. Con estos sucesos se pone sobre la mesa la necesidad de honestidad y transparencia en nuestra comunidad, eso también se aprende con el tiempo y la educación.

Como solución, tendríamos que crear un registro donde quede constancia de quién es la beneficiaria cada vez, con datos personales y fotos, intentando solucionar así esta problemática.

 

¿Existe una huelga convocada?

 Normalmente se suele celebrar un día que no se trabaje. Si cae en día laboral nosotras no hacemos huelga, nos vestimos tradicionalmente con telas africanas o con los tejidos estampados con motivos del 8M. Como complemento llevamos collares y peinados típicos como las trenzas. No obstante, puedes vestirte de manera más moderna si es tu decisión. También se hacen regalos a las mujeres como flores o se realizan talleres en el lugar de empleo. 

 

¿En qué momento te diste cuenta, que no estabas representada por el feminismo blanco? ¿ Has sufrido algún ataque racista en los seis años que llevas en España ?

 Mientras realizaba mi máster de Protocolo y Organización de eventos en la Universidad Camilo José Cela en Madrid de 2016 a 2017. Noté que ciertas personas no tenían en cuenta las opiniones que yo daba en clase porque venía de otra cultura. O cuando iba vestida con mis telas tradicionales o mis peinados me miraban de forma extraña. Percibí rechazo y falta de interés en conocer y comprender mis raíces africanas, les cuesta verte orgullosa de ello.

También he tenido que escuchar comparaciones entre países como: “Desde que vives aquí en España te has espabilado, mucho mejor que la cultura que tenías allí”. A pesar de ello, me encanta destacar mi toque africano y vestir con orgullo toda la estética con la que he crecido. De igual manera intento inculcar ese valor a mis niños. A pesar de eso, también tengo que admitir que en ocasiones modifico temporalmente mi peinado o mi ropa para no tener que discutir y justificar constantemente mi cultura.

 

En tu entorno más cercano o en España, ¿cuál ha sido tu referente en el feminismo negro?

 Mi madre es mi referente. La he visto trabajar muy duro siempre, siendo el alma de la familia, compaginando nuestra crianza con las tareas de la casa y sus estudios de modista, aun estando embarazada. Nos ha dado mucha educación sexual y ha enfatizado siempre en nuestra independencia económica y el ahorro. Ella ha sido el ejemplo práctico. Tiene sesenta y ocho años y sigue regentando su propia tienda.

 Del mismo modo, he visto su afán por ayudar a las mujeres de su comunidad, sobretodo aconsejando a las más jóvenes sobre sus derechos y su libertad. Mi casa sigue siendo un espacio donde hablar, crecer y educarse entre mujeres.

 Si he de mencionar a otras referentes destacaría a Yawa Djigbodi Tségan, presidenta de la Asamblesa Nacional de Togo y a Marguérite Sewoa-Lawson, conocida como “Maman Manatex” propietaria de MANATEX, industria textil de pagnes africanos. Es una mujer muy entregada con múltiples iniciativas para apoyar a su comunidad togolesa, en especial mujeres, jóvenes y niños.

 

¿Has visto una evolución real en las reivindicaciones del Afrofeminismo que se han planteado hasta ahora?

 Efectivamente la he visto mucho más reflejada en el desarrollo profesional de la mujer. Ellas pueden acceder en un principio a la escuela primaria y terminar sus estudios en la Universidad; lo que da pie a desarrollar carreras en diversos sectores como la política, el derecho, el departamento de policía, ser mecánica, matrona o artista, entre otros.

 Me gusta ver el cambio en muchas mujeres cuando rechazan la poligamia, aunque falta mucho por avanzar en el ámbito privado de la casa, en alcanzar una igualdad real respecto a sus maridos.  Progresamos poco a poco pero decididas.

 

¿Falta algo por hacer que todavía no se haya planteado?

 Hay bastante trabajo por hacer, claro. Por poner ejemplos diría prestar más atención a la salud de las mujeres, tanto en educación sexual, mostrándoles y dándoles acceso a métodos contraceptivos para evitar embarazos tempranos o con respecto a ETS, como respecto a la atención médica en los partos o las vacunas contra enfermedades como la malaria. También establecer protocolos cuando se da la violencia doméstica e implementarlos de manera efectiva como designar un número de teléfono específico para tratar este tema, para así poder atacarlo de raíz, dando a las mujeres la posibilidad de denunciar siempre estas agresiones.

  Por otra parte, la educación es el medio que hace posible un cambio en nuestra mentalidad desde pequeñas. Harían falta más profesores con la intención de inculcar una igualdad entre niños y niñas en esa edad temprana, con un simple gesto cotidiano como invitar a ambos a barrer la clase y no designar directamente a las niñas.

Entrevista redactada por Catalina del Mar Rodríguez @acid.reflexions