A pesar de todo... Ellas

Pude más allá de los muros y de los caminos de espinas,
pude a pesar del orgullo del verdugo,
pude porque mi interior merecía el vuelo de la libertad
— Bronny

NOTA: Este artículo no pretende repasar en orden cronológico todas las gestas deportivas de las mujeres negras. Sólo visibilizar a algunas de las muchas que contribuyeron a la lucha por la igualdad de género y raza.

Es innegable que los juegos olímpicos son el evento deportivo más importante del mundo. En ellos destaca la disciplina y la perseverancia entre otros valores que la mayoría de deportistas llevan consigo. Y es que, estos profesionales de élite saben cuánto cuesta ser bueno y cuánto esfuerzo hay detrás sólo para poder participar.

Antes las olimpiadas modernas estaban pensadas para que participasen sólo los hombres. No fue hasta 1900 cuando las primeras mujeres participaron en las categorías de golf y tenis. Fue todo un acontecimiento para la época. Los primeros deportistas negros tendrían que esperar cuatro años, hasta las olimpiadas de San Luis en 1904.

“El día antropológico”, ese fue el nombre que utilizaron en la jornada de inauguración por la participación de personas negras. En estos juegos, George Coleman ganó un bronce en atletismo, en la prueba de los 400 metros lisos. En aquel entonces los participantes negros estaban separados. No disponían de registro oficial, pues se consideraba que no podrían estar a la altura de las marcas de los deportistas blancos. George sería la primera persona negra en entrar en el podio, y después vendrían muchas más.

Tuvieron que pasar varias décadas y dos guerras mundiales para que las mujeres negras empezasen a brillar con luz propia. Habían pasado 12 años desde que el afroamericano Jesse Owens ganó 4 oros y batiese récords de velocidad en Berlín 1936, “los juegos de Hitler”.

Como dato curioso, la Alemania nazi de Hitler no separó a los atletas negros de los blancos, pese a que el propio Führer no felicitase a Owens por sus logros. Cuando Owens regresó a su segregado país, el demócrata F.D Roosevelt se negó a recibirle para proyectar “una imagen más limpia de cara a los blancos”.

 
Jesse Owens. Fuente: Triamax

Jesse Owens. Fuente: Triamax

 

Unos años más tarde en Londres 1948, las afroamericanas Audrey Paterson y Alice Coachman hicieron historia. En la final de la modalidad de 200 metros lisos, Audrey consiguió el bronce y se convirtió en la primera mujer negra en lograr una medalla. Días más tarde, Alice Coachman nacida en Albany, Georgia en 1922, en la final de salto de altura logra imponerse y consigue el oro. 

En este mismo año, en ese mismo estado, se había logrado suprimir el voto a los negros gracias a las leyes racistas que afectaban a toda la estructura estatal y prácticamente nacional. Alice sabía cuánto significaba ganar el oro por ella y por su gente y por todo el trabajo que había realizado. En aquel momento las personas negras que aspiraban a entrenarse, no podían acceder a las instalaciones públicas y ser mujer ayudaba aún menos. Una vez regresa a casa y tras retirarse, no puede obviar el enorme desafío por el que entonces debían pasar las personas negras en el país y se involucra en la lucha. 

Audrey Patterson nació también en el Sur, un 27 de septiembre de 1926 en Nueva Orleans. Demostrando una gran capacidad para la velocidad desde bien joven, Audrey ‘Mickey’ (apodo con el que se le conoce) logró una beca para la universidad estatal de Tennessee y desde entonces lo único que haría sería ganar. Tras las olimpiadas de Londres 1948, se introdujo en distintas asociaciones negras y colaboró activamente con la NAACP. En 1965 fundó un club de atletismo que llevaría el nombre de “los misiles de Mickey”. Al principio dicho club se pensó para niñas negras, aunque años más tarde se unieron niños también. La proyección de fuerza y tesón que estas dos atletas tuvieron pese a las adversidades, inspiraron a muchas atletas negras que vendrían después.

Audrey Patterson y el entrenador de fútbol Eddie Robinson. Fuente 64 Parishes

Audrey Patterson y el entrenador de fútbol Eddie Robinson. Fuente 64 Parishes

 
Alice Coachman. Media Diversified

Alice Coachman. Media Diversified

 

Hablar de los años 60 es hablar de REVOLUCIÓN. Afrika se desangraba en varios puntos. Las independencias que reclamaban varios países eran contestadas con fuego y mutilaciones, como hicieron los portugueses en algunas de sus colonias. En EE.UU, lxs afroamericanxs aún tenían restricciones al voto, al menos hasta la aprobación de la ley que prohibía  negarles el mismo la “ley derecho al voto 1965”. 

Un año antes se iniciaba una cruenta dictadura en Brasil de corte militar y apoyada por el mismo EE.UU, que concedía tímidamente derechos a la población negra. Humberto Castelo Branco, el dictador, hizo todo lo posible por neutralizar los movimientos democráticos afrobrasileños o todo lo que oliese a lucha por los derechos de las minorías. Y en este momento de la historia es cuando entra nuestra tercera protagonista: Irenice Maria Rodrigues.

 
Irenice Rodrigues. Fuente:Jornal Hoje em Dia

Irenice Rodrigues. Fuente:Jornal Hoje em Dia

 

Posiblemente la más vehemente, contestataria y reivindicativa atleta que ha tenido Brasil. Increíble deportista, campeona y plusmarquista de 400 y 800 metros lisos y la gran esperanza de Brasil en los años 60 para conseguir preseas olímpicas. Irenice fue profundamente crítica con las distintas opresiones que estaban hilando al país a consecuencia de la dictadura. La negrofobia subió de nivel dada la ideología que vestía a Brasil. Los tentáculos de la dictadura inundaban todas las esquina y tener a una estrella del deporte como enemiga que mostrara las vergüenzas al mundo, era algo que no iban a permitir. 

Previo a las Olimpiadas de México 1968, se vio envuelta en un altercado con otra atleta, Irenice resultó herida sin gravedad aparente. Consiguieron darle la vuelta a la situación y exponerla a ella como agresora y no como víctima. No solo la dejaron fuera de México 68 sino que hicieron todo lo posible por marginarla a nivel histórico. Irenice, una de las mejores atletas de América, murió en el más absoluto olvido en un accidente de tráfico en 1981, según versión oficial del régimen en contra de la dictadura de su país hasta el último día de su vida.

 
Evelyn Ashford. Fuente Oiselle

Evelyn Ashford. Fuente Oiselle

 
 
Florence Griffith.  Fuente Dazed

Florence Griffith. Fuente Dazed

 

En los 80 se batieron varios récords en distintas modalidades, pero había uno que parecía imposible. Era el de bajar de los 11 segundos en la prueba de 100 metros lisos. La afro estadounidense Evelyn Ashford lo logró en 1979 con 10 segundos 97 centésimas. Por primera vez una mujer bajaba de los 11 segundos en las pruebas de velocidad de los 100 metros lisos. En Seúl de 1988  la también afroestadounidense Florence Griffith bate el récord nuevamente y sitúa la marca en 10 '49, récord que sigue imbatible. Pese a que las sospechas sobre Griffith por haberse dopado eran fuertes, jamás se demostró nada…

 
Merlene Ottey. Fuente 20 minutos

Merlene Ottey. Fuente 20 minutos

 
 
Merlene Ottey. Fuente Quinto Piso

Merlene Ottey. Fuente Quinto Piso

 

Tampoco podemos hablar de olimpiadas en los 80  y no hablar de la afrojamaicana Merlene Ottey. En 1980 se convierte en la primera mujer jamaicana en ganar una medalla olímpica en los juegos de Moscú de 1980 y está en el puesto 4 del ranking mundial de todos los tiempos de 100 metros lisos, con un increíble 10’76.  Pero lo que la hace realmente especial es su increíble resistencia al paso del tiempo. 

En los juegos olímpicos de Sídney 2000 ganó la plata en los 4x100 y  el bronce en los 100 metros lisos. Ella llegó a decir que no podían entender como una mujer negra podía estar a tan alto nivel sin doparse, declaraciones producto del hartazgo que le ocasionaba escuchar a menudo que no era normal que con su edad pudiese estar tan en forma. Cansada de la federación de su país, logra la nacionalidad eslovena y compite por este país en los juegos de Atenas 2004. Merlene solo quería seguir corriendo. Tenía 46 años cuando logró ser semifinalista en los campeonatos europeos de atletismo en la ciudad sueca de Gotemburgo, pero aún le quedaba seguir haciendo historia. Merlene Ottey continuó en primer nivel mundial hasta los campeonatos europeos de atletismo de 2012, que se celebraron en Helsinki. Para ese entonces tenía 52 años. Merlene Ottey es la atleta que más años ha aguantado el ritmo profesional y la más longeva de la historia.

Parece ser que la vieja afirmación de que las personas negras no podrían estar a la altura de las marcas deportivas de los atletas blancos quedó respondida.

NOTA: En el cierre de este artículo las atletas Yulimar Rojas, afrovenezolana y la afroespañola Ana Peleteiro han batido distintos récords. La primera el récord mundial y la segunda récord de España de triple salto consiguiendo presea olímpica de oro y bronce respectivamente.


Por Bronny